Fusión Cognitiva: ¿Eres lo que piensas?
Desde la perspectiva de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), se propone que el mecanismo que subyace al sufrimiento humano y al malestar psicológico es la inflexibilidad cognitiva (Hayes, Strosahl y Wilson, 2011), que es la forma en la que interacciona nuestra cognición con nuestro lenguaje (simplificándolo mucho: cómo nos relacionamos con nuestro diálogo interno) de forma que dificulta el cambio de nuestra conducta en el sentido que se desea.
La fusión cognitiva se define como la tendencia a creer el contenido literal del pensamiento y de las emociones, la excesiva regulación de la conducta mediante reglas, más que por las contingencias del entorno (Hayes et al., 2011).
Es decir, que nos tomamos nuestros pensamientos y sentimientos al pie de la letra. Nos creemos que son “la verdad” o “la realidad”. Dejando de prestar atención al presente y centrándonos en el malestar que nos producen tales pensamientos o emociones.
“Mis pensamientos o emociones me atrapan”
Lucena-Santos, Carvalhoa, Pinto-Gouveia, Gillanders y Silva-Oliveira (2017) acaban de recoger estudios empíricos que muestran que la fusión cognitiva está asociada a la ansiedad (Herzberg et al., 2012), a la depresión (Dinis, Carvalho, Pinto-Gouveia y Estanqueiro, 2015; Gillanders et al., 2014), al estrés laboral, burnout y pobre calidad de vida (Gillanders et al., 2014) y a problemas de la conducta alimentaria (Trindade y Ferreira, 2014).
¿Cómo se trata la fusión cognitiva?
Una de las técnicas con más evidencia se llama defusión cognitiva.
Es la capacidad de relacionarse con los pensamientos y estados emocionales sin evitarlos, controlarlos o eliminarlos. Aceptarlos tal como son, sin quedar atrapado por ellos ni que determinen la calidad de vida y acciones de la persona.
Al tratarse de una habilidad o capacidad, podemos entrenarla durante la terapia.
Según cada caso y problema es habitual aprender a identificar cómo aparecen, qué nos dicen esos pensamientos y emociones, en qué trampas caemos… también es frecuente el uso de metáforas y meditación que nos ayudan a comprender mecanismos cognitivos con los que no se está acostumbrado a tratar.
Tipos de Fusión Cognitiva
Fusión pensamiento-acción
Este plantea la creencia de que tener ciertos pensamientos conllevan inevitablemente a la comisión de la acción. Dicho de manera más clara, “si pienso que voy a hacer algo este hecho sucederá”.
P.ej: “Creo que voy a pegar a mi hermano porque he tenido el pensamiento de hacerlo”.
Fusión pensamiento-evento
En este caso, aparece la creencia de que tener un pensamiento incrementa la probabilidad de que éste sea real.
P.ej: Cuando al enfermar se piensa en una enfermedad grave y, por el hecho de imaginarla, se cree que será esa descartando todas las demás.
Fusión de objeto
Genera la creencia de que los pensamientos, sentimientos, memorias o las propiedades se pueden transmitir a través de los objetos. De este modo, creemos que tocando un objeto que tenga algo malo (como por ejemplo, que esté contaminado) adquiriremos esta propiedad nosotros, nos contaminaremos.
Referencias:
Ramos, J.M., Rodríguez, A., Sánchez, E. y Mena, A. (2018) Fusión cognitiva en trastornos de la personalidad: una contribución a la investigación sobre mecanismos de cambio. Clínica y Salud.
Franquesa, A. (2017) Defusión, Mindfulness y Valores Personales. Facultat de Medicina, Universitat Autònoma de Barcelona.
Blackledge, J. (2018) La defusión cognitiva en la práctica. Desclée De Brouwer.
Márquez González, M. (2016). Tendencias actuales en intervención psicológica. Síntesis.
Pérez Álvarez, M. (2014). Las terapias de tercera generación como terapias contextuales. Síntesis.