Jugar VS Apostar
Como comentábamos en el post anterior, la edad de inicio en el juego con apuestas cada vez es más temprana (entre los 14 y 16 años). Motivo por el cual, con frecuencia encontramos el siguiente argumento entre los adolescentes, “soy joven, me tengo que entretener, ¿acaso no puedo jugar y divertirme?”.
Así pues, queremos explicar la diferencia entre el juego (play) y el juego con apuestas (gambling):
El juego lúdico, se sustenta en que se realiza como pasatiempo o entretenimiento en sí mismo, no requiere de otros incentivos: me lo paso bien por estar con amigos, el juego es divertido y no conlleva pérdidas económicas, sociales, familiares…
En cambio, el juego de apuestas conlleva la posibilidad de arriesgar para obtener/perder alguna ganancia. Aquí aparecen los factores de aprendizaje que comentábamos en el anterior blog. Recuerda, me engancho no por el entretenimiento sino por la creencia de control y la necesidad de recuperar el dinero invertido entre otros factores (puedes leerlo aquí)
Por tanto, la principal diferencia que vamos a encontrar es si está asociado a logros o pérdidas económicas que, a su vez, suelen generar dificultades como dejar de lado amigos y familia (aislamiento por el juego), bajo rendimiento académico, ansiedad, bajo estado de ánimo…
Patrones de juego y tipos de jugador:
También es habitual que tanto la persona que juega como su entorno, detecten ciertos cambios o patrones. Normalmente, actuamos cuando el problema ha crecido mucho, por eso consideramos interesante conocer cómo se va desarrollando la adicción al juego para detectarla lo antes posible.
Podemos diferencias los siguientes patrones:
Jugador social: juega ocasionalmente y lo comienza por entretenimiento (voy con amigos, ocupamos tiempo, es muy estimulante). Todavía tiene control sobre su actividad y puede abandonarla si lo desea con independencia del dinero invertido o el resultado obtenido. El ganar o perder no está ligado a la autovaloración personal y priman en su vida otras actividades que son más gratificantes e importantes que el juego.
Jugador problema: Aparecen algunos de los indicadores del jugador patológico. Juega de forma habitual, generándole tanto la forma de jugar como el gasto que pudiera conllevar problemas ocasionales. Tiene menor control sobre el uso del juego (puede perder la noción del tiempo, del dinero invertido, le cuesta pararlo) y se sitúa en el límite de riesgo de convertirse en jugador patológico. Comienzan a aparecer sensaciones de tener que recuperar el tiempo e ingresos invertidos para no sentir que ha fracasado o que está haciendo algo perjudicial.
“A veces juego para recuperar las pérdidas y no sentirme mal”, “he intentado no jugar pero al ver las deudas lo intento de nuevo”.
Jugador profesional: La gran excepción a la que muchas veces se agarran. Aquel que vive del juego y lo utiliza como medio para obtener ganancias. No arriesga al puro azar, su actuación es planeada y basada en las leyes de la probabilidad y suele tener un importante control emocional que impida perder la racionalidad. Es decir, existe una estrategia previa y se basa en la estadística, muchas veces cuentan con un equipo de apoyo (que nosotros no vemos; estadístico, psicólogo) que le ayudan a mantener esa línea. Con todo, se exponen a un riesgo alto de generar un juego patológico.
Jugador patológico: la característica principal es la falta de control de los impulsos de jugar. Se caracteriza por:
- Preocupación por el juego (piensa en revivir experiencias pasadas de juego, cómo obtener dinero para volver a jugar, etc.)
- Cada vez necesita jugar con más cantidad de dinero para incrementar el grado de excitación que produce la apuesta.
- Fracasos repetidos en sus esfuerzos por controlar, interrumpir y detener el juego.
- Inquietud e irritabilidad cuando intenta no jugar.
- Puede ser una estrategia de huida de otros problemas (duelo, discusiones…).
- Cuando se pierde dinero en el juego se regresa con la intención de recuperarlo.
- Miente a personas cercanas para ocultar su implicación en el juego.
- Puede robar, falsificar para financiar el juego.
- Se pierden o arriesgan relaciones significativas, trabajo, educación.
- Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivia su situación financiera.
Si conoces una persona cercana o estás pasando por alguna de estas fases, contamos con psicólogos con amplia experiencia que te pueden orientar. Contacta con nosotros, estamos en Madrid (Metro Concha Espina).
Fuentes:
El juego patológico. Prevención, evaluación y tratamiento en la adolescencia. Roberto Secades Villa y Ana Villa Canal. Edición Pirámide.
Os dejamos una entrevista de Víctor López Virgós, psicólogo de El Viso Psicólogos para El Desmarque: aquí
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