Durante años, muchos recordamos programas de televisión donde los invitados, tras ser “hipnotizados”, parecían obedecer órdenes, revivir recuerdos olvidados o realizar acciones imposibles. Esa versión mágica y misteriosa ha acompañado a la hipnosis durante décadas, situándola entre dos mundos: la ciencia y lo esotérico.
Pero ¿qué hay realmente detrás de esta técnica? ¿Es la hipnosis un truco de espectáculo o una herramienta útil dentro de la psicología clínica? En El Viso Psicólogos (Madrid), queremos aclarar conceptos, separar mito de evidencia científica y explicar cómo la hipnosis se utiliza, con rigor y prudencia, como técnica terapéutica complementaria.
Según la American Psychological Association (APA), la hipnosis es “un estado de concentración focalizada y mayor sugestionabilidad, que puede usarse con fines clínicos bajo supervisión profesional”.
Qué es la hipnosis y qué no es
La hipnosis clínica no es magia ni una forma de control mental. Es una técnica psicológica que permite inducir un estado de atención concentrada y relajación profunda, en el que el paciente mantiene el control de sus pensamientos y acciones.
Durante una sesión de hipnosis, la persona no está dormida ni inconsciente. Simplemente centra su atención en las palabras y sugerencias del terapeuta, reduciendo la interferencia del pensamiento crítico para favorecer el cambio conductual, emocional o cognitivo.
Este estado puede ser útil como coadyuvante —es decir, complemento— en terapias psicológicas o médicas, pero no sustituye un tratamiento profesional completo.
La hipnosis entre la ciencia y el misticismo
Cuando buscamos “hipnosis” en Internet, encontramos afirmaciones espectaculares:
“Deja de fumar en una sesión”, “recupera recuerdos olvidados”, “cura tus traumas con una sola experiencia”.
Estas promesas no solo son engañosas, sino potencialmente peligrosas.
Como explica Antonio Capafons, catedrático y especialista en hipnosis clínica, la hipnosis no es un tratamiento en sí misma, sino una técnica que se integra dentro de un proceso psicoterapéutico. Su eficacia depende de la colaboración activa del paciente y de la competencia profesional del terapeuta.
La evidencia científica es clara:
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No puede curar una adicción en una o dos sesiones.
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No permite recuperar recuerdos con fiabilidad.
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No convierte al terapeuta en alguien con poder sobre la mente del paciente.
Principales mitos sobre la hipnosis
Mito 1: “El hipnotizador controla la mente del paciente”
Falso. Durante la hipnosis, la persona mantiene su voluntad y capacidad de decisión. Puede aceptar o rechazar las sugerencias del terapeuta en todo momento.
Mito 2: “Puedo quedar atrapado en el trance”
Imposible. El estado hipnótico no es un trance mágico del que no se pueda salir. El paciente puede interrumpir la sesión cuando lo desee, y la sensación de desconexión desaparece en segundos.
Mito 3: “La hipnosis cambia lo que pienso sin que me dé cuenta”
No. Ninguna persona puede ser inducida a hacer algo que vaya contra sus valores, moral o deseos. La hipnosis requiere participación activa y consentimiento consciente.
Mito 4: “Durante la hipnosis recordaré traumas olvidados”
La ciencia demuestra que los recuerdos “recuperados” bajo hipnosis no son fiables y pueden mezclarse con imaginación o sugestión. La hipnosis no debe utilizarse para reconstruir recuerdos traumáticos, sino para manejar las emociones asociadas a ellos.
Mito 5: “Después de la sesión no recordaré nada”
La amnesia posthipnótica es muy poco frecuente en la práctica clínica. De hecho, se suele fomentar que el paciente recuerde la sesión para usar las técnicas aprendidas de forma autónoma.
Qué dice la ciencia sobre la eficacia de la hipnosis
Los estudios científicos han evaluado la hipnosis tanto como tratamiento aislado como herramienta complementaria. El meta-análisis de Flammer y Bongartz (2003) mostró una eficacia moderada cuando se usa como intervención única y una mayor eficacia cuando se combina con otros tratamientos psicológicos o médicos.
En particular, la evidencia indica que la hipnosis puede ser útil como complemento en:
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Manejo del dolor crónico y agudo.
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Insomnio y control del sueño.
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Fobias y hábitos nerviosos.
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Rehabilitación emocional y física.
Sin embargo, los expertos coinciden: la hipnosis solo debe aplicarse por profesionales de la salud mental o médica debidamente formados y nunca como terapia aislada.
Cómo se realiza una sesión de hipnosis clínica
Una sesión de hipnosis no se parece en nada a lo que muestran los espectáculos televisivos. En el contexto clínico, sigue una estructura profesional y transparente:
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Psicoeducación: el terapeuta explica qué es la hipnosis, cómo funciona y qué se espera del paciente.
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Inducción: se guía al paciente a un estado de relajación profunda mediante la respiración y la concentración.
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Trabajo terapéutico: se aplican sugestiones dirigidas a objetivos concretos (por ejemplo, reducir el dolor o controlar la ansiedad).
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Salida o reorientación: se devuelve la atención al presente de forma gradual.
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Reflexión: se comentan las sensaciones y se refuerza la autoconfianza del paciente.
El paciente mantiene siempre el control y puede detener la sesión en cualquier momento.
Cómo identificar a un profesional serio en hipnosis
El propio profesor Antonio Capafons propone varias señales de alerta que conviene tener presentes:
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Si alguien se presenta como “hipnoterapeuta” o “hipnólogo” sin ser psicólogo o médico, hay que dudar de su cualificación.
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Si promete curaciones inmediatas o resultados “milagrosos”, desconfía.
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Si utiliza la hipnosis sin tener formación para tratar el problema de base, no está actuando de forma profesional.
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Si propone “regresiones a vidas pasadas” o “recuperación de recuerdos reprimidos”, no está aplicando la hipnosis desde una base científica.
Un profesional ético explica los límites y beneficios reales de la hipnosis, trabaja con transparencia y siempre integra esta técnica dentro de un tratamiento psicológico estructurado.
En qué puede ayudarte la hipnosis clínica
Cuando se aplica correctamente, la hipnosis puede ser una herramienta de gran valor para:
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Reducir la ansiedad y el estrés.
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Mejorar el sueño y la concentración.
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Controlar el dolor físico en tratamientos médicos.
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Superar miedos o fobias.
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Favorecer la relajación profunda y la autorregulación emocional.
En El Viso Psicólogos, la utilizamos como técnica complementaria dentro de programas terapéuticos individualizados, siempre bajo un marco científico y ético.
Opinión de un paciente
“Probé la hipnosis con cierto escepticismo, pensando que era algo de películas. En terapia aprendí que se trata de concentración y relajación guiada. Me ayudó a reducir la ansiedad y a dormir mejor, pero sobre todo, a sentir que el control lo tengo yo.”
— Luis, paciente de El Viso Psicólogos.
Preguntas frecuentes sobre hipnosis
¿Todos pueden ser hipnotizados?
No. Algunas personas son más sugestionables que otras, pero la mayoría puede alcanzar un estado hipnótico con entrenamiento y confianza.
¿La hipnosis tiene contraindicaciones?
Sí. No se recomienda en casos de trastornos psicóticos o disociativos sin supervisión médica. Por eso, debe realizarla siempre un profesional cualificado.
¿Cuántas sesiones se necesitan?
Depende del objetivo y del tratamiento. La hipnosis suele formar parte de un proceso terapéutico más amplio, no de una sesión aislada.
¿Qué se siente durante la hipnosis?
Una sensación de calma, atención focalizada y relajación. No se pierde la consciencia ni el control.
¿La hipnosis es reconocida por la comunidad científica?
Sí. Instituciones como la APA y la British Psychological Society reconocen su utilidad clínica cuando se aplica correctamente.
Una herramienta útil, no mágica
La hipnosis no es un truco de espectáculo ni una terapia milagrosa. Es una técnica psicoterapéutica eficaz cuando se utiliza de forma ética, rigurosa y dentro de un proceso terapéutico bien estructurado.
En El Viso Psicólogos trabajamos con profesionales formados en psicología clínica, que emplean la hipnosis como un recurso complementario para potenciar la relajación, la concentración y el cambio emocional consciente.
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VÍCTOR MIGUEL LÓPEZ VIRGÓS
Psicólogo General Sanitario
Colegiado M-32104
