1. ¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un estado de alerta que se desencadena cuando percibimos una amenaza (la cual puede ser real o percibida). Esta amenaza es subjetiva porque depende de la percepción o interpretación del individuo. Es decir, una persona puede interpretar una situación como peligrosa (activando la respuesta de ansiedad) y otra persona no.
2. Manifestaciones de la ansiedad
La ansiedad puede manifestarse de diferentes formas: fisiológica, cognitiva (pensamiento) y/o conductual. Algunos ejemplos son:
- Fisiológica: opresión en el pecho, dificultades para respirar, taquicardias, tensión muscular…
- Cognitiva: aumento de pensamientos catastrofistas, rumiaciones, autosabotaje, disminución de la atención…
- Conductual: aislamiento, reducción de actividades agradables, conductas de evitación, conductas compulsivas, conflictos interpersonales…
3. ¿Cómo funciona la ansiedad en el cerebro?
El “Sistema Nervioso Autónomo” se encarga de la respuesta a estímulos amenazantes. A su vez, está compuesto por dos subsistemas:
- Simpático: activa el cuerpo para responder ante un peligro.
- Parasimpático: desactiva/relaja el cuerpo cuando ha pasado el peligro.
Estos dos sistemas funcionan de forma inversamente proporcional (al aumentar la activación en uno, disminuye la activación del otro en la misma proporción), se complementan y funcionan generalmente de forma adaptativa para ayudar a responder a las diferentes necesidades del entorno.
Cuando se detecta un peligro se activa el Sistema Simpático, con síntomas fisiológicos como:
- El corazón bombea más deprisa para oxigenar a los músculos. Así, toda la sangre se dirige de los órganos internos a las extremidades para priorizar la supervivencia. De este modo, los músculos se ponen tensos para correr más rápido.
- Respiramos más rápido para facilitar esta oxigenación.
- Se producen cortes de digestión: ahora no necesitamos comer, lo que necesitamos es escapar. En casos de alta activación, el intestino y la vejiga se vacían. Cuanto menos peso, “mejor”; más ligeros y más velocidad.
Cuando hay ausencia de peligro se activa el Sistema Parasimpático, encargándose de relajar nuestro cuerpo (ya que no tiene que preparar una respuesta de lucha o huida).
4. ¿Para qué sirve la ansiedad?
La ansiedad adaptativa tiene una función protectora, nos protege ante los peligros. Genera la respuesta de escape, bloqueo o lucha ante la presencia de un estímulo peligroso. Por ejemplo, si vemos a una persona con un arma, la ansiedad intentaría protegernos, haciendo que salgamos corriendo o nos escondamos.
5. ¿Qué trayectoria sigue la ansiedad?
La ansiedad es temporal. De hecho, sigue la trayectoria de una curva de Gauss: “sube, llega a su punto más alto y siempre baja”. Como es una respuesta de activación, no se puede mantener en el tiempo indefinidamente. Pasado un tiempo (independientemente del uso de técnicas), la ansiedad se reduce por sí sola.